Luis Ángel Firpo

Luis Ángel Firpo fue un boxeador argentino conocido como el toro de las Pampas y considerado como el padre del boxeo profesional argentino.
Luis Ángel  Firpo
Luis Ángel Firpo

Primeros años

Luis Ángel Firpo había nacido en Junín, provincia de Buenos Aires, el 11 de octubre de 1894. Fue el segundo de los cuatro hijos de la pareja conformada por su padre, Agustín, y su madre, Ángela, fallecida en 1902 luego de parir a su cuarto heredero.

Su padre se hizo cargo de la familia y debió afrontar los problemas de salud de su hijo Luis, quien sufría de fuertes dolores en sus oídos, cuadro por el cual viajaban con frecuencia a Buenos Aires para que el niño fuera tratado. 

Desde pequeño Luis sufrió malestares en los oídos, por lo que sus padres debieron llevarlo a Buenos Aires para curarlo, en 1898. De regreso a Junín, la familia vivió en una quinta ubicada en las cercanías del Tiro Federal. Luis comenzó su educación primaria en la escuela nº 8.

Cuando tenía 12 años, su padre lo llevó a Buenos Aires, donde se desempeñó como empleado en un restaurante, en la Unión Telefónica y en una farmacia. Se afincó en el barrio de Boedo, y se convirtió en simpatizante del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.

Luis Firpo fue exceptuado del servicio militar argentino, debido a su vieja dolencia en los oídos.

Una anécdota de su juventud da una idea de su fortaleza. Luis trabajaba como cobrador en una fábrica de ladrillos refractarios, y en una oportunidad fue asaltado por 3 personas mientras caminaba por la calle con una suma de dinero. Los sujetos lo amenazaron para que entregara el dinero. Sin mediar palabra, con la serenidad que lo caracterizaba, Firpo utilizó sus terribles puños. Dos de los ladrones quedaron nocaut y el tercero tuvo que huir para no seguir la misma suerte.

Félix Bunge era el dueño de la fábrica de ladrillos refractarios donde trabajaba Luis, y supo valorar las condiciones del muchacho. Lo ayudó incluso materialmente para que pudiera iniciar su carrera como boxeador.

Existe otra anécdota similar. Cuando recién comenzaba a practicar boxeo y residía en Villa Crespo, al llegar un día a su casa observó que su padre era increpado por otro hombre. Firpo mantuvo su habitual serenidad hasta que no resistió más. Juzgó que el honor de su padre había sido injuriado y decidió intervenir. Tomó al molesto visitante con una mano por la nuca y la otra por las asentaderas, lo levantó como si se tratara de una bolsa de papas, lo llevó hasta el cerco que daba a la calle y procedió a arrojarlo al otro lado.

Primeros combates

Firpo comienza su carrera profesional el 10 de diciembre de 1917 en Buenos Aires, disputando un combate contra Frank Hagney. Originalmente el fallo del jurado fue sin decisión, pero posteriormente fue cambiado dándole la pelea por ganada a Firpo.

Desde 1918 hasta 1920 realiza 10 peleas en Uruguay y Chile, de las cuales gana 7 por nocaut y una por puntos, y pierde una por nocaut y otra por puntos.

Desde mediados de 1920 hasta fines de 1921 combate en 7 oportunidades, 6 de ellas en Argentina (incluyendo una exhibición) y una en Chile. Nuevamente obtiene buenos resultados: 5 triunfos (4 de ellos por nocaut) y una pelea sin definición.

En 1922 realiza su primera campaña en Estados Unidos, con 2 peleas en Newark y una en Nueva York. Sus rivales fueron Tom Maxted, Joe McCann y Jack Hermanrespectivamente.

Completa el año con 3 combates en Buenos Aires: 2 exhibiciones y una pelea que gana por nocaut.

En 1923 realiza su segunda campaña en Estados Unidos, incluyendo también peleas en Cuba y México. Combate con boxeadores como Bill Brennan, Jim Hibbard, Jack McAuliffe, Jack Herman, Jim Hibbard, Jess Willard, Natalio Pera, Pat McCarthy, Joe Burke, Homer Smith, Charley Weinert y Joe Downey. Fueron 9 peleas (de las cuales gana 7 por KO, una por KO técnico y una por puntos) más 4 exhibiciones.

La pelea del siglo

La cúspide de su campaña llegó cuando tuvo la oportunidad de pelear por el título mundial de todos los pesos, enfrentando nada más ni nada menos que a Jack Dempsey, uno de los mayores boxeadores de la historia. Era la primera vez que un iberoamericano llegaba a esa instancia. En ese momento Firpo tenía 28 años.

Fue el 14 de septiembre de 1923 en el estadio Polo Grounds de Nueva York, ante 80.000 espectadores. Inmediatamente Firpo exhibió toda su energía al derribar a Dempsey con un golpe de derecha en el comienzo de la pelea. Pero Dempsey se recuperó rápidamente, acometió sobre su rival y derribó a Firpo siete veces.

Llegando al final del primer asalto, Firpo acorraló a Dempsey contra las cuerdas y con un certero golpe a la barbilla lo arrojó fuera del cuadrilátero. Dempsey cayó sobre los periodistas, golpeándose la cabeza contra una máquina de escribir, sufriendo un corte en la parte posterior de su cabeza. Dempsey estuvo entre 14 y 17 segundos fuera del ring, sin embargo el árbitro llegó sólo a la cuenta de 9 cuando Dempsey logró regresar, ayudado por los periodistas. Esta cuenta increíblemente lenta, sumado al hecho que Dempsey no volvió al ring por sus propios medios, hizo que muchos reclamen que Firpo debió haber sido declarado ganador por nocaut. En Buenos Aires, la noticia de que el norteamericano había sido despedido del ring se vivió con júbilos, que se transformaría segundos más tarde en indignación, cuando en el segundo asalto, Dempsey ya se había recuperado y logró derribar tres veces a Firpo, hasta que la pelea fue detenida a los 57 segundos, declarando ganador a Dempsey por nocaut, conservando su corona. El árbitro, Jack Gallagher, fue suspendido cinco semanas después por la Comisión Municipal de Nueva York por su conteo, pero la injusticia ya había sido cometida. A la película original de la pelea –adquirida por el propio Dempsey a la productora norteamericana– le fueron recortados los 14-17 segundos dónde el estadounidense es expulsado del ring, visualizándose únicamente su caída y posterior reincorporación.

Una copia de este metraje fue comprado al propio Dempsey por el periodista argentino Carlos Alberto Aguilar, para su serie documental Ayer, siendo la primera vez que se pudo observar la pelea en la televisión de Argentina.

El responsable del apodo "Toro Salvaje" ("Wild Bull" en inglés) o "Toro Salvaje de las Pampas" ("Wild Bull of the Pampas") fue el periodista neoyorquino Damon Runyon, quien lo bautizó así en una de sus notas periodísticas.

Resto de su carrera

Luego de la pelea del siglo, Firpo realiza cinco exhibiciones en Montreal, Lima y Buenos Aires. Regresa a los combates profesionales a principios de 1924, realizando 3 peleas en Buenos Aires: fiel a su estilo, gana 2 por KO y una por KO técnico. A fines de 1924 vuelve a Estados Unidos, donde combate en dos oportunidades sin definición.

En 1926 Firpo pelea en Argentina contra Erminio Spalla, ganando por puntos el que pareció ser su último combate profesional. Sin embargo, regresa 10 años después, en 1936, disputando 3 peleas más. En ese momento Firpo tenía 41 años, pero logró ganar las dos primeras por KO y perdió la última por abandono, contra Arturo Godoy, retirándose definitivamente del boxeo profesional.

Retiro del boxeo y fallecimiento

Al regresar de su segunda gira por Estados Unidos, Firpo había tomado la representación de los automóviles Stutz, y posteriormente instaló un criadero de aves en Florencio Varela.

Ya retirado del boxeo, se dedicó principalmente a la ganadería, realizando una carrera en este rubro con el mismo éxito que tuvo como boxeador. Fue propietario de varias estancias, como "Los Amigos" (en Bayauca, a 30 km de Junín), "Sin Tregua" y "Sin Descanso" (cerca de Ordoqui en Carlos Casares, "La Marión" (en Ameghino), "La Milanesa" (cerca de Luján) y tierras en Mercedes.

En 1952 actuó en el filme Nace un campeón y en 1954 fue condecorado como "Caballero del Deporte", en reconocimiento a sus méritos.

En todo momento Firpo visitó Junín, su ciudad natal, que siempre supo recordar su impresionante trayectoria.

Luis Ángel Firpo falleció en Buenos Aires el domingo 7 de agosto de 1960, debido a un ataque cardíaco. Tenía 65 años. Sus restos descansan en una bóveda diseñada por el escultor Luis Perlotti, en el Cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires. En 1980 recibió el Premio Konex posmortem como uno de los 5 mejores boxeadores de la historia.