Los padres, italianos, viajaban desde Europa a la Argentina pero debieron quedarse un par de meses en Brasil ya que su madre estaba por dar a luz. Fue entonces cuando nació Alfredo, y dos meses después continuaron su viaje a Buenos Aires.
El día de su nacimiento y su nombre son datos controvertidos: Para Rubén Pesce (quien escribió una biografía del poeta) su nacimiento se produjo el 6 de junio de 1900, mientras que para Tito Livio Foppa, fue el 4 de junio. El hermano José Le Pera, lo daba nacido el 6 de junio de 1900 y para Orlando del Greco, ocurrió el 8 de junio de 1900, fecha que también es la que consta escrita en su bóveda. Aparentemente el acta de nacimiento da como fecha de natalicio la del 7 de junio a las 22. 30 horas y que su único nombre fue Alfredo. Su hermano José afirmaba que el nombre completo era el de Alfredo Alfonso de Paula Le Pera, y otros autores lo dieron como Alfredo Le Pera Sorrentino.2
Vivió en el barrio de San Cristóbal y cursó el bachillerato en el Colegio Nacional Mariano Moreno, situado en la avenida Rivadavia Nª 3577, del barrio de Almagro, Buenos Aires. Allí tuvo como profesor al crítico teatral español Vicente Martínez Cuitiño, quien influyó en su vocación como poeta. También estudió piano, lo que le permitiría tener nociones básicas del pentagrama. Impulsado por su familia, comenzó estudios de Medicina, los cuales abandona en cuarto año al prevalecer su afición al periodismo.
Más adelante escribió alguna pieza teatral, así como algunas letras para tango. Antes de asociarse a Carlos Gardel obtiene cierto éxito con su primer tango "El Carillón de la Merced", que estrenó Tania en el Teatro Victoria, tema inspirado en una visita a la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Santiago de Chile.34 Enrique Santos Discépolo pondría música al poema.
En 1920 se inicia en la crítica de espectáculos para los periódicos El Plata, El Mundo, Última Hora, La Acción y El Telégrafo. Comienza también por entonces a escribir teatro, siendo su primera obra la revista La Sorpresa del Año (1927), escrita en colaboración con el empresario Humberto Cairo. Le siguieron luego Los modernos mandamientos, en co-autoría con Alberto Ballestero y D. Gainza; Gran circo político, con Julio Filiberti Escobar; Melodía de arrabal, ¡Qué quieren los brasileños!, Piernas locas, Rojas bocas, La vida se va en canciones, Está abierta la heladera, Ya están secando con Broadway y La plata de Bebé Torres, en colaboración con Pablo Suero y Manuel Sofovich y con la actuación de Pepe Arias; Ópera en jazz, Piernas de seda y Un directo al corazón, realizadas en equipo con Antonio de Bassi, Antonio Botta y Carlos E. Osorio. Desde su posición como jefe de la sección “Teatros” de El Telégrafo entabló muy buenas relaciones con importantes hombres del espectáculo, como Augusto Álvarez, empresario del Teatro Porteño y luego del Broadway.
Por motivos profesionales realizó varios viajes a París. Al volver a Buenos Aires comenzó a trabajar en la traducción y confección de sub-títulos para películas silentes, realizando dicha tarea junto con Leopoldo Torres Ríos, quien más tarde sería relevante director del cine argentino (y padre del también eximio director Leopoldo Torre Nilsson).
Su oficio de traductor de películas le lleva de nuevo a París a fines de 1931, donde ingresa en la United Artists como traductor castellano de intertítulos para cine mudo. En ese tiempo conoció a distintas figuras de la cinematografía y redactó notas para Noticias Gráficas, en las que reflejó el impacto que le produjeran los destacados directores René Clair y Alfred Hitchcock.
Para Carlos Gardel escribió un buen número de letras de tango, entre las cuales puede mencionarse "Mi Buenos Aires querido", "Por una cabeza", "El día que me quieras", Cuesta abajo, "Soledad" y "Sus ojos se cerraron". Asimismo, sería el guionista de las películas de Gardel, tanto en Francia como en Estados Unidos.
El 24 de junio de 1935 se hallaba en Medellín, Colombia, integrando la comitiva de Carlos Gardel, junto a los guitarristas José María Aguilar (el Indio Aguilar), Ángel Domingo Riverol y Guillermo Barbieri. Carlos Gardel y el propio Le Pera, fallecieron al chocar dos aeroplanos a punto de despegar, sobre la pista del aeropuerto Las Playas, luego llamado Enrique Olaya Herrera de dicha ciudad. Aguilar sobrevivió, aunque con graves secuelas que le impidieron seguir ejecutando su instrumento.