Biografias de letra L
Labruna Ángel Amadeo Lacámera Fortunato Lacoste Carlos Alberto Lacroze Federico Laferrère Alfonso De Laferrère Gregorio De Lafinur Juan Crisóstomo Lafone Quevedo Samuel Alejandro Lagleyze Pedro Lagos Hilario Lagos Ovidio Laidlaw Carlos Lamadrid Gregorio Aráoz de Lamarque Libertad Lamas Andres Lanús Adolfo Landaburu Jorge Horacio Landaburu Laureano Lange Norah Lanteri Julieta Lanusse Alejandro A Lanusse Antonio Lanusse Ernesto Jorge Laprida Francisco Narciso De Larrazábal Juan Manuel Larrea Juan Larreta Enrique Rodriguez Las Heras Juan Gregorio de Laspiur Saturnino María Lastiri Raúl Alberto Lastra Bonifacio Lavagna Roberto Lavaisse Benjamin Lavaisse Juan José Dauxión Lavalle Juan Galo Lavalleja Juan Antonio Lavardén Manuel José De Láinez Manuel López Cándido López Estanislao López Francisco Solano (historietista) López Germán López Lucio Vicente López Vicente Fidel López Carrillo Francisco Solano (presidente paraguay) López Buchardo Carlos López Jordán Ricardo López Murphy Ricardo López Rega José López Y Planes Vicente Le Breton Tomás Le Pera Alfredo Leal Jorge Edgar Leguizamón Coronel Martiniano (padre) Leguizamón Gustavo "Cuchi" Leguizamón Honorio Leguizamón Martiniano (hijo) Leguizamón Onésimo Leguizamo Irineo Leloir Luis Federico Lennon Lucas Jaime Levalle Nicolás Levene Ricardo (padre) Levi Beppo Levingston Roberto Marcelo Liberti Antonio Vespucio Licciardo Cayetano Antonio Liendo Horacio Tomás Lillo Miguel Lima Quintana Hamlet Liniers Santiago De Liotta Domingo Llach Juan José Llamazares Juan Llambí Benito Llanderas Nicolas De Las Llavallol Felipe Llerena Amadeo Juan Rafael Lobos Eleodoro Lombardi Hernán Lombardo Hector Jose Lonardi Eduardo Ernesto Lorenzini Carolina Elena Loza Eufrasio S Lucero Franklin Luco Juan Alejandro Luder Ítalo Argentino Lugones Leopoldo Pablo Luna Félix Luna Pelagio Baltasar Luro Pedro Lusiardo Tito Lynch Benito Lynch Marta Lysy Alberto

Francisco Solano (presidente paraguay) López Carrillo

Francisco Solano López Carrillo fue el segundo presidente constitucional de la República del Paraguay entre 1862 y 1870. Se desempeñó como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, presidente y jefe supremo de la nación paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza. Sucedió como presidente a su padre Carlos Antonio López, de acuerdo a la Constitución de 1844, electo por el Congreso Nacional como presidente de la República por un período de diez años.
Francisco Solano  López  Carrillo
Francisco Solano (presidente paraguay) López Carrillo

Vida privada

Nació en el seno de una aristocrática familia paraguaya. Sus padres fueron Carlos Antonio López y Juana Carrillo.

Era descendiente del conquistador, explorador y colonizador español Domingo Martínez de Irala con antepasados que tenían un remoto origen mestizo guaraní, que compartía con muchos próceres de la época de la Independencia y con grandes personajes paraguayos y argentinos.

Vivió su infancia en tiempos de José Gaspar Rodríguez de Francia como era costumbre en la sociedad de la época, con austeridad y de manera pacífica. Su familia contaba con buena posición económica, la cual fue acrecentada por una herencia recibida de parte de un pariente de la madre de Solano López, Lázaro de Roxas.

Actuación política

En 1845 es designado como jefe del Ejército paraguayo  , en un momento en que se desató una crisis con las Provincias Unidas del Río de la Plata que estaban regidas por el general Juan Manuel de Rosas. Paraguay declaró la guerra al gobierno de Rosas y Solano López, muy joven, participó en las operaciones sobre la provincia de Corrientes, junto a las tropas del argentino general José María Paz, el conflicto no pasó a mayores y los soldados paraguayos regresaron al país. 

La guerra contra Rosas continuaría con la destrucción de fortines y guarniciones argentinas instaladas de forma ilegal en las Misiones, que eran territorios paraguayos. Solano López junto al coronel Wisner dirigió esas operaciones. Posteriormente, alcanzada la paz con Buenos Aires, haría estudios militares bajo la dirección del coronel brasileño Hermenegildo de Albuquerque Porto Carrero.

Fue designado a finales de 1852 como ministro plenipotenciario del Paraguay en Europa y se convirtió en "mano derecha" de su padre el presidente Carlos Antonio López

. Hizo contactos en los países europeos de Reino Unido, Francia, Prusia, España y Piamonte-Cerdeña con el objetivo de obtener el reconocimiento de la independencia paraguaya por parte de esos países, además de comprar armas, barcos y blindajes para el ejército. 

Hizo estudios militares en la Escuela Especial Militar de Saint-Cyr (en donde llevó a cabo ejercicios y maniobras militares ante la presencia del emperador Napoleón III Bonaparte) y contrató en el Piamonte a oficiales italianos para modernizar al Ejército paraguayo.  Posteriormente, conocería en la capital francesa a Elisa Alicia Lynch, una irlandesa de educación parisina que se convirtió en la compañera del resto de su vida y en madre de sus siete hijos reconocidos (además López tenía tres hijos «naturales» con la pilarense Juana Pesoa). Estuvieron juntos durante quince años pero nunca pudieron casarse ni vivir en la misma casa, ya que la cultura moralista de Asunción no se lo permitió.

A su regreso en 1854, López trajo consigo mucho armamento y un buque de guerra, el Tacuarí, adquirido al Reino Unido. Además trajo en otro barco y en contra de los deseos familiares, a su pareja irlandesa junto a su primer hijo en brazos, Juan Francisco López, quien después sería conocido como el coronel Panchito López.

En 1855 se produjo un incidente con la armada brasileña. Haciendo reclamos, el almirante Pedro Ferreira de Oliveira invadió con veinte cañoneras el territorio paraguayo. Carlos Antonio López, enfurecido, alista al Paraguay para la guerra. El comandante brasileño llega hasta Itapirú y es recibido por Francisco Solano López, quien lo recibe con la frase "¿la guerra o la paz?". "Paz" contestó el brasileño. "Entonces ingrese en un sólo buque" dijo Solano López y Ferreira de Oliveira cumplió y en la mesa diplomática, dirigida por Solano López, se sentaron bases que fueron humillantes para Brasil

En 1859 López sería el nexo entre el general entrerriano Justo José de Urquiza y el general porteño Bartolomé Mitre a la hora de firmar el Pacto de San José de Flores, que introdujo a Buenos Aires en la Constitución Nacional Argentina y creó buenos lazos de amistad con Urquiza. 

La mediación fue particularmente dificultosa: en un primer momento ambos gobiernos enviaron representantes a negociar, pero estas fracasaron rotundamente y Urquiza estaba dispuesto a ingresar a Buenos Aires por la fuerza. López le solicita a Urquiza un día más para ingresar a la ciudad e intentar personalmente una última negociación antes de la invasión y efectivamente, cuando Urquiza entra en Buenos Aires el gobierno había renunciado.

Cuando estaba regresando al Paraguay en el buque "Tacuarí", es interceptado por una flotilla británica que le cañonea e impide el paso. Solano López estaba dispuesto a contestar la agresión, pero a pedido de los ingleses que servían en su buque, quienes temían consecuencias contra sus familias en Gran Bretaña, decidió regresar por tierra a Paraguay. El ataque inglés se debió, aparentemente, a los conflictos con el gobierno paraguayo a causa del apresamiento del espía anglo-uruguayo James Canstatt.  El conflicto concluyó de manera favorable para el Paraguay, reconociendo Inglaterra la culpa por los actos y presentando sus disculpas oficiales al gobierno de los López.

Presidencia

A la muerte de su padre en 1862, el Congreso de la Nación lo elige como presidente de la República del Paraguay y continuó con el trabajo de modernización llevado a cabo por sus predecesores, extendiendo las líneas del telégrafo, instalando una segunda fundición de hierro en Caacupé al mando del ingeniero estadounidense Charles Thompson, llevando la línea férrea paraguaya hasta Villarrica, también mejoró los astilleros y las armerías, ordenó que expertos ingleses realicen una "Carta Mineralográfica del Paraguay" y mandó importar desde Liverpool, en 1864, maquinaria especializada para hilandería e industria textil. 

Continuó con la política nacionalista de los anteriores gobiernos, pero decidió tomar una posición internacional más preponderante. 

El comercio paraguayo, aunque aún pequeño, se había acrecentado notoriamente y era fundamental para su administración mantener el ritmo de la actividad económica fluvial. Para ello, condición imprescindible era la manutención del llamado "Equilibrio del Río de la Plata". Sin embargo, los conflictos en la zona pusieron en peligro la citada condición. Solano López percibió que en la invasión del general Venancio Flores (Colorado y abiertamente hostil al Paraguay) al Uruguay se hallaban intereses de Buenos Aires y el Imperio del Brasil. Consideró además que ésta actitud era una agresión hacia el Paraguay y un paso previo para intentar un ataque contra su país.

Cuando el Brasil amenazó con intervenir directamente sobre la llamada "Banda Oriental", protestó en la nota del 30 de agosto de 1864. Afirmaba que "el ataque al Uruguay sería atentatorio contra el equilibrio de los Estados del Plata y 'casus belli' para el gobierno paraguayo". Estas notas fueron reforzadas por otras enviadas el mes de septiembre, pero Brasil las ignoró invadiendo Uruguay el 12 de octubre de 1864. Paraguay, un mes después, contestaría como represalia capturando el 12 de noviembre de 1864 el buque mercante brasileño "Marqués de Olinda" en el puerto de Asunción y encarcelando al gobernador de la provincia brasileña de Matto Grosso, que se encontraba a bordo.

La Guerra contra la Triple Alianza

En diciembre de 1864 envió una fuerza para invadir Mato Grosso, territorio que entonces pertenecía al Paraguay y estaba siendo ocupado de manera ilegal por los brasileños, que instalaron fortines y guarniciones en la zona. Fue una campaña victoriosa para Paraguay de inicio a fin, causando terribles penurias a los soldados imperiales que fueron derrotados por las tropas de Solano López, la sed, el clima inhóspito y las enfermedades con ésta operación, Solano López se apoderó de un gran botín de guerra e impidió que se formara un ejército brasileño en el Norte dispuesto a atacarlo por sorpresa.

En 1865, a pesar de las protestas y la declaración de "neutralidad", el gobierno de Buenos Aires continuaba dando paso a las fuerzas brasileñas que atacaban a los aliados de Paraguay, en la República de Uruguay.

Sospechando Solano López que entre Bartolomé Mitre y el Imperio Brasileño había ya acuerdos previos, solicitó permiso para enviar tropas hasta el Uruguay, cosa que Mitre rechazó, siendo esta fue, para Solano López, la prueba definitiva. Se llamó al Congreso Nacional y se confirió a Francisco Solano López Carrillo el grado de "Mariscal Presidente de los Ejércitos Paraguayos" y se declaró la guerra al Gobierno de Buenos Aires. Ordenando posteriormente expediciones hacia Corrientes y Uruguayana, que fueron infructuosas. En mayo de 1865, se firmaba el Tratado Secreto de la Triple Alianza contra Paraguay, que se haría público en 1866, generando indignación internacional y simpatía hacia la causa paraguaya.

Luego de más de cinco años de resistencia, la guerra concluyó con la derrota de Paraguay y la muerte en batalla del mariscal López, junto a su hijo adolescente, el coronel José Francisco López Lynch, más conocido como "Panchito", en Cerro Corá. Su última frase antes de ser ultimado con un tiro en el pecho fue: «¡Muero con mi Patria!», pues pensaba que con su desaparición el Paraguay dejaría de ser independiente y que su territorio sería repartido entre la Argentina y el Brasil, aunque esta versión no es la única, pues ciertos historiadores sostienen que la frase fue en realidad: «¡Muero por mi Patria!» sabiendo que con su muerte terminaría la guerra. Sus restos descansan en el Panteón Nacional de los Héroes de Asunción del Paraguay.