Nacido en el ducado de Baviera, entró como soldado al servicio de la familia Fugger, los banqueros alemanes vinculados al emperador Carlos V (el rey español Carlos I) que apoyaron asimismo financieramente la expedición de Pedro de Mendoza a la región del Río de la Plata, en la que Schmidl tomó parte.
Schmidl se dedicó a llevar un diario detallado y descriptivo de las sucesivas exploraciones y procesos de conquista del territorio que tuvieron lugar entre 1534 (año de la firma de la capitulación entre Mendoza y Carlos V) y 1554 (cuando regresó a Europa). Intervino en la primera fundación de Buenos Aires (1536) y en la de Asunción (1537), y también narró los acontecimientos políticos de la época en que Álvar Núñez Cabeza de Vaca y Domingo Martínez de Irala ejercieron como gobernadores del Río de la Plata.
En 1552, su hermano Thomas le escribió desde Straubbing, Alemania, anunciándole su grave estado de salud, lo cual suponía para Ulrico la perspectiva de una herencia cuantiosa. Cómodamente instalado en su ciudad natal a partir de 1557, y seguramente motivado por la expectativa que creaban por entonces los relatos de viajes a tierras lejanas, Schmidl se aplicó a la labor de dar forma a sus anotaciones, redactando el Viaje al Río de la Plata, publicado por primera vez en Frankfurt en 1567.
El Viaje al Río de la Plata es un diario de viaje escrito en una especie de lengua franca, donde se mezcla el alto alemán con hispanismos e indigenismos, y en el que Buenos Aires aparece, para desesperación de editores y traductores, bajo el nombre germanizado de "Wonnaz Eirresz". Las mismas dificultades y oscuridades lingüísticas del texto parecen ser el correlato de aquel viaje asimismo accidentado y dificultoso. La obra de Schmidl, menospreciada durante años por no atenerse a los principios historiográficos ni literarios de la época, puede ser vista sin embargo como un auspicioso punto de partida para la literatura argentina.
En 1903 apareció una edición argentina traducida por Samuel A. Lafone y editada por Bartolomé Mitre, con el título de Viaje al Río de la Plata (1534-1554). Otro nombre por el que es conocida la obra es el de Derrotero y viaje a España y a las Indias. Se trata de la única crónica escrita por un testigo sobre los avatares de la conquista española del Río de la Plata, lo que da idea de su valor testimonial.