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Federico Brandsen

Frédéric de Brandsen Militar francés (1785-1827). Participó en las campañas de Napoleón, a la caída de éste obtuvo la baja del servicio. Se trasladó a América y participó en numerosas operaciones del ejército de San Martín en Chile y en Perú (1818-1822). Más tarde, al frente de un regimiento, en la guerra de la Argentina contra Brasil, encontró la muerte en Ituzaingó.
Federico  Brandsen
Federico Brandsen

Primero años

Carlos Luis Federico de Brandsen nació en París (Francia) el 28 de noviembre de 1785. Pertenecía a la nobleza por su origen familiar recibiendo sus primeras enseñanzas en el Liceo Imperial.

El joven Federico vivió los tiempos del gran imperio de Napoleón, con sus glorias y hazañas siendo partidario convencido y entusiasta de Bonaparte lo que decidió su inclinación a la carrera militar. 



Actuación en el Ejercito de Napoleon

Ingresó en 1808 a la secretaría del Ministerio de Guerra y en 1811 ya era parte del ejército del emperador, con el grado de alférez.

Inmediatamente fue destinado al frente de combate en Italia y desde septiembre de 1811 se desempeñó como agregado a la inspección hasta que fue nombrado ayudante de campo del General barón Martel. 

En la batalla de Koenigswartha, durante la campaña de Alemania, Brandsen comenzó a dar muestras de su valor y de su estirpe guerrera (en esta batalla es herido de un sablazo en una pierna) y el ascenso a teniente fue su premio. Posteriormente tuvo el honor de ser nombrado ayudante de campo del mismo Napoleón.


Participo de las batallas de Lutzen (2 de mayo de 1813), Bautzen (20/21 de mayo de 1813) y la del pasaje del río Elba (9 de mayo de 1813) siendo testigos de la valentía y heroicidad del teniente Brandsen.

En la batalla de Bautzen tomó junto con un destacamento y a punta de bayoneta mientras el fuego de las baterías enemigas, toma en forma valiente una importante posición de los prusianos, como consecuencia de esta contienda fue nuevamente herido en la pierna derecha por una bala de cañón.

El 19 de junio de 1813 debido a sus méritos fue condecorado por el emperador con la Real Orden Italiana de la Corona de Hierro.

Luego de recuperarse de sus heridas, estuvo presente en varios combates correspondientes a la campaña de Alemania a lo largo de 1813 como la toma de Juhnsdorf (22 de agosto), batalla de Gross-Beeren (23 de agosto), toma de Juterbock (6 de septiembre), batalla de Denewitz (6 de septiembre), pasaje de Elba y combate de Wartemburg (3 de octubre) donde una vez más fue herido, batalla de Wachau (16 de octubre), batalla de Leipzig (18/19 de octubre) y la batalla de Henau (30/31 de octubre ).

A principios de noviembre de 1813 el conde Fontanelli, ministro de guerra francés, lo designó ayudante de campo suyo. Enviado al ejército italiano siguió combatiendo en varias oportunidades: batalla de Mincio (8 de febrero de 1814); toma de Parma (27 de febrero de 1814).

Debido a su destacable actitud fue promovido a capitán de caballería el 10 de marzo de 1814 pero se retiró del ejército de Italia para volver a su país luego de la abdicación de Fontainebleau en julio de 1814.

Sus servicios a Napoleón continuaron durante los “100 Días” participando de la campaña del Jura (1815). En esta ocasión se incorporó al ejército que mandaba el General Lecourbe. Durante esta última campaña de diarios enfrentamientos, fue herido por una bala de fusil en la acción de Bavilliers del 5 de julio de 1815.

Caído el emperador se le licenció del servicio, solicitando la baja en 1817. Los honores y condecoraciones que recibió como la Real Orden de la Corona de Hierro, el nombramiento de caballero de la Legión de Honor, la medalla de bronce de Santa Elena (1821) y los ascensos a lo largo de su carrera son testimonio de la huella indeleble que dejó Brandsen en su servicio al ejército imperial ,de Napoleón Bonaparte.



Camino a América

Bernardino Rivadavia tuvo la oportunidad de conocerlo en París, y allí fue donde lo invitó a viajar a Buenos Aires para que ofreciera su espada a la causa americana.

Junto con otros ex compañeros de armas se trasladó hacia el Río de la Plata, el director Pueyrredón lo reconoció como capitán de caballería. 


Campaña con San Martin

El 19 de septiembre de 1817 y partió inmediatamente para incorporarse a las fuerzas del General San Martín que acampaban en Las Tablas en las cercanías de Valparaíso , siendo destinado al 2do Escuadrón de Granaderos a Caballo.

Apenas llegado a Chile sostuvo un duelo con el teniente Pedro Ramos, quien le causó una herida grave en la cabeza mediante un golpe de sable, esto sucedió esto dos días antes de Cancha Rayada y lo imposibilitó para luchar tanto en esa batalla (19 de marzo de 1818) como en la de Maipú (5 de abril de 1818) pero luego de recuperarse, estuvo en condiciones de asistir a la campaña de Bío-Bío, bajo las órdenes del General Antonio González Balcarce.

Durante la misma hizo gala de coraje en varias acciones militares: combate del Parral (27 de mayo de 1818), de Cauquenes (2 de junio de 1818), toma de Chillán (24 de diciembre de 1818), combate de los Angeles (18 de enero de 1819), Bío-Bío (19 de enero de 1819) y en la toma de la fortaleza de Nacimiento (31 de enero de 1819). Concluida la campaña recibió el 19 de marzo de 1819 en Mendoza; junto con los demás vencedores, una medalla concedida por el gobierno supremo.

Decidido hombre de acción, participó en la contienda de Palpa (7 de octubre de 1820) y se distinguió junto con Lavalle y Suárez en Nazca (15 de octubre de 1820). Posteriormente su conducta heroica en Chancay (8 de noviembre de 1820) hizo que el Grl San Martín lo promoviera a sargento mayor de caballería (12 de noviembre de 1820).

En dicha batalla derrotó a 150 jinetes realistas con sus 36 cazadores a caballo y contuvo el avance de 2000 enemigos para salvar a su división.

En el mismo campo de batalla, se batió personalmente con el comandante de caballería español, Bermejo, dándole muerte de un pistoletazo frente a su tropa.

El 10 de julio de 1821 Brandsen participó de la toma de la ciudad de Lima, y asistió a la proclamación de la independencia del Perú el 28 de dicho mes. El asalto a la fortaleza del Callao (14 de agosto de 1821) fue otro de los hechos en el que intervino.

San Martín, en sus últimos momentos en el Perú, le extendió los despachos de coronel graduado el 17 de septiembre de 1822, siendo al poco tiempo fue designado comandante general de la costa sur, ocupando militarmente  Huancay y otras localidades. El 16 de enero de 1822 recibió un diploma de la Orden del Sol del Perú.

Hacia 1823 la segunda campaña a Puertos Intermedios también lo tuvo como protagonista, destacándose en la batalla de Zepita (23 de agosto de 1823). Desde entonces los escuadrones de Húsares de Brandsen llevaron la mención de “Vencedores de Zepita” por decreto del Grl Santa Cruz.

Son numerosas las acciones que honran al militar francés; contuvo la persecución de los enemigos, salvaguardando lo que quedaba del ejército luego de los desastres de Sica Sica y Ayo Ayo (18/19 de septiembre de 1823) y sobresalió en la defensa de Lima del 8 al 28 de febrero de 1824, como general en jefe de las fuerzas de defensa, oponiéndose con tenacidad a los ataques de los sediciosos del Callao y salvando a la ciudad del saqueo.

Lamentablemente, por apoyar a Riva Agüero en contra de Bolívar, luego del triunfo del segundo, se lo sometió a un consejo de guerra siendo encerrado en los calabozos de Lima y después desterrado, condena que cumplió a mediados de 1825 yendo a Chile.


Guerra con Brasil

Permaneció poco tiempo en Santiago ya que el gobierno de las Provincias Unidas le extendió los despachos de coronel graduado de caballería el 10 de noviembre de 1825 y en enero de 1826 lo designaba coronel  efectivo jefe del Regimiento Nº 1 del arma, que formaba parte de las fuerzas de observación que Martín Rodriguez preparaba para la campaña al Brasil. 

En esa guerra el coronel Federico Brandsen demostró definitivamente la clase de soldado que era, pues allí en loable magisterio de coraje y obediencia ofrendó su vida.


Muerte en Batalla de Ituzaingo

Yaben describe así su entrega final: “En la batalla de Ituzaingó, el 20 de febrero de 1827, a la cabeza del Regimiento 1ro de Caballería atacó a la infantería imperial formada en cuadro, la cual momentos antes había ocupado una posición delante de un zanjón, que había sido atravesado por los brasileños antes del ataque que les llevara Brandsen, con lo cual la posición enemiga se había reforzado considerablemente, haciendo peligroso el ataque frontal, que ordenado por Alvear, sin haberse detenido posiblemente a estudiar la nueva situación de los imperiales, iba a producir un desastre en el bravo regimiento. 

Alvear no quiso escuchar las prudentes observaciones de Brandsen al recibir la orden de atacar y empleó palabras que tocaron el amor propio de este valiente jefe, acostumbrado a ver la muerte de cerca en tantos encuentros en Europa y en América. 

Se lanzó pues al ataque ordenado por el generalísimo y a la cabeza del regimiento cayó mortalmente herido, así como también numerosos oficiales y soldados encontrándose en el primer término su ayudante el teniente Ignacio Lavalle (hermano del general) quien cayó muerto al lado de su coronel”.