José Ber Gelbard nacio en Radomsko en Polonia el 14 de abril de 1917 esa de origen judeo-polaco y llego al pais en los años treinta llegó a la Argentina (donde castellanizó su nombre como José). Fue vendedor ambulante en las provincias de Tucumán y Catamarca y con el tiempo tomó forma como líder de los empresarios nacionales. Inicialmente fue miembro del Partido Comunista Argentino, en el cual militó muchos años. Incluso participó en el manejo de las finanzas del partido.
Fundó la Confederación General Económica (CGE), en esta agrupó a pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores agropecuarios. Estuvo aliado a las políticas económicas desarrollistas de Arturo Frondizi, de generales nacionalistas y del expresidente de facto, general Alejandro Agustín Lanusse; sin embargo participo de las politicas de Juan Domingo Perón, a pesar de mantener su pertenencia al PCA. Participó de eventos importantes y se vinculó a Perón durante su primera presidencia al fundar el movimiento de pequeños y medianos empresarios.
Fue enemigo de los terratenientes y líderes patronales agroganaderos nucleados en la Sociedad Rural Argentina y representados por José Alfredo Martínez de Hoz, quien había sido ministro de Economía de la dictadura de José María Guido y que también sería ministro de Economía durante el Proceso de Reorganización Nacional.
Gelbard realizó importantes negocios con los mayores empresarios industriales de la época, Manuel Madanes (de Fate), Julio Broner (de Wobron), el financista David Graiver y el periodista Jacobo Timerman.
El 25 de mayo de 1973 asumió como ministro de economía de Héctor Cámpora (electo por el FREJULI) y continuó en su cargo luego de la renuncia de este y con el regreso de Juan Domingo Perón.
José Ber Gelbard puso en marcha un plan económico que consideraba central para el bienestar de los argentinos, contemplando el crecimiento del mercado interno (modelo llamado «mercadointernista»), con sueldos altos y desarrollo de la producción industrial y agropecuaria para abastecer el consumo.
Gelbard también fue ideólogo del denominado Plan 0, el cual implicaba que la inflación se mantuviese estable. Lo logró durante cierto período, manteniendo más de 300 productos de la canasta básica a precios estables, y también acordando la estabilidad en los sueldos de miles de trabajadores.
La política de ingresos del ministro peronista, a través de la influencia de Perón llevó a la CGT (Confederación General del Trabajo) a aceptar aumentos salariales por debajo de la demanda de los trabajadores, y abandonar, por lo menos por un tiempo, la voluntad de alcanzar reivindicaciones salariales. La CGT buscaba algo más que sólo la reivindicación salarial, buscaba la reivindicación de poder (sobre todo ante Montoneros) en el ámbito político. La base obrera creyó ver en el sólo ascenso de Héctor Cámpora al poder la oportunidad para pedir sus reivindicaciones.
Durante la segunda campaña presidencial de 1973, los sindicatos se acercaron más a Perón, y Montoneros comenzó a estar más relegada en el planteo político del líder justicialista, pero el asesinato de José Ignacio Rucci (líder de la CGT por Montoneros), significó la puesta al día de la realidad de un peronismo basado en su líder y el movimiento obrero organizado (peronista) y la izquierda representada por los sindicatos clasistas y montoneros.[cita requerida]
El proyecto económico fue diseñado a partir de experiencias históricas, en función de los condicionamientos estructurales de la economía argentina y las necesidades del tercer gobierno peronista. Las líneas políticas generales del Plan Gelbard (redistribución del ingreso, expansión del empleo y aumento de la participación del sector público en la economía) implican un programa de gobierno a largo plazo y con perspectivas de cambio radical en la estructura productiva argentina. Entre otras cosas postulaba un "proyecto de crecimiento autónomo, desarrollo económica con control nacional, alianza del Estado, burguesía local y dirigentes sindicales, profundización de reformas sociales".
Para 1974 la inflación había caído a 30.2%, casi la mitad del 79.6% que había en 1972, en tanto el desempleo pasó del 6.1 al 2.5%1 dificultada también por la crisis del petróleo. El Mercado Común Europeo se cerró para las carnes argentinas.3El crecimiento del PBI pasó del 3.5% en 1969/72 al 6.1% en 1973, y al 6.4% en 1974. La inflación se frenó, al tiempo que la balanza de pagos se vio favorecida por la positiva coyuntura exportadora. Las mejoras salariales y el incremento de gastos del Estado estimulaban el aumento de la actividad interna.4
Entre otras medidas fueron aprobados por el Congreso: Ley de Represión penal para defraudaciones fiscales; Ley de Promoción minera; Ley de creación de la Corporación para el desarrollo de PYME; Impuesto a la renta potencial de la tierra; Ley de regionalización de Directorios de Bancos Nación y Banco Nacional de Desarrollo; Modificación de la Ley de Bosques; Ley de creación Instituto Nacional de vivienda de interés social; Ley de uso de tierras aptas para explotación agropecuaria; Ley de defensa del trabajo y producción nacional.5 El plan económico político de José Ber Gelbard planificaba una distribución del ingreso a favor de los trabajadores para el año 1980 de 58%. Superando ampliamente el 36% de la participación salarial en el Ingreso nacional para el año 1973. La política exterior argentina correspondiente a la economía política del tercer gobierno peronista buscó ampliar los horizontes y diversificar las relaciones económico comerciales.6
Tras la muerte de Juan Domingo Perón, y el arribo al gobierno de María Estela de Perón, el pacto social se derrumbó rápidamente. Los comerciantes argentinos cometieron agio (desabastecimiento de productos esenciales, para especular con un aumento de precios); ocultando productos básicos como el aceite y el azúcar y desarrollaron un mercado negro de productos.7
Gelbard tuvo una buena relación tanto con el Partido Demócrata de los Estados Unidos como con el líder comunista cubano Fidel Castro. Así abrió un nuevo gran mercado para las importaciones: la Unión Soviética y Cuba, las mecas del socialismo de Estado. En 1973, Juan Domingo Perón rompió el bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos con José Bel Gelbard como uno de los artífices, vendiendo vehículos y camiones por una suma de 160 millones de dólares de 1973 (que equivalen a 910 millones de dólares de 2018), vehículos que desde el momento de la compra se sabía que no serían pagados por el régimen comunista de La Habana, con su tradición de no honrar los contratos que celebra este gobierno comunista, lo que hace presumir para muchos que existió una colusión de Gelbarg, reconocido comunista, amigo de Fidel Castro.89 De esos vehículos argentinos, aún ruedan por La Habana los Ford Falcon y los Fiat 125P, que originalmente el Gobierno cubano utilizó como taxis turísticos.1011
José Ber Gelbard fue perseguido durante la dictadura cívico-militar en 1976, que le quitó la nacionalidad argentina. Tuvo que exiliarse en Estados Unidos, donde falleció en el año siguiente, el 4 de octubre de 1977. Diez años después, en 1987, el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín le devolvió póstumamente la ciudadanía.