Ricardo Enrique Bochini nació en Zárate en la provincia de Buenos Aires el 25 de enero de 1954, comenzó a jugar en Belgrano de Zárate hasta que en 1971 fue aceptado por Nito Veiga y Ernesto Díaz para sumarlo a la séptima división del Club Atlético Independiente Anteriormente había intentado entrar a las inferiores de Boca, pero, por extrañas circunstancias, no pudo quedar. En su infancia admiraba a jugadores como Sanfilippo, Rendo, Toti Veglio, Rojitas.
Debutó en primera división en 1972 en cancha de River Plate cuando el técnico Pedro Dellacha lo hizo entrar a los 74 minutos (tenía en ese momento 18 años).
En ese mismo partido, Gustavo Martín, de la subcomisión del hincha, le tomaría las primeras fotográfias al astro rojo. Desde entonces comenzó una larga carrera profesional que lo convertiría en ídolo máximo de Independiente, incluyendo varios goles espectaculares como el convertido contra Juventus de Italia en 1973, haciendo paredes con su amigo Daniel Bertoni, que le permitiría a Club Atlético Independiente ganar su primera Copa Intercontinental.
Su característica principal no fue la de ser un goleador, sino la de asistir a sus compañeros con toques sutiles para que estos conviertan. Así es conocida una jugada en la que estando en clara ocasión de gol "El bocha" da un inesperado pase al lateral, terminando con la pelota rodando hacia la platea oficial. En ese momento el eterno 10 rojo se quedó posando hacia ese sector mientras le cantaba a un plateista.
Este incidente haría que la dirigencia le aplique el derecho de admisión a este conocido fotógrafo partidario, para evitar distracciones como estas de la joven promesa de avellaneda. Aún hoy se suelen llamar en el fútbol argentino pases bochinescos a los pases precisos que dejan al delantero mano a mano con el arquero, burlando a toda la defensa. Eso ayudó a convertir en goleadores a una gran cantidad de jugadores que tuvieron la suerte de tenerlo a su lado como Ruiz Moreno, Norberto Outes, Daniel Astegiano, Marcelo Reggiardo, Carlos Alejandro Alfaro Moreno, Martín Félix Ubaldi y Antonio Alzamendi, entre otros.
Sin embargo, el Bocha (apodo cariñoso que le dieron los hinchas de Club Atlético Independiente) también convirtió goles que eran un lujo para la vista y siempre en partidos importantes. Son recordados sus goles a Peñarol en la Copa Libertadores de 1976 (un gol que reeditaría Maradona en México 1986 contra Inglaterra), dos a Fillol de River Plate en la final del Nacional 1978 o a Wirtz de emboquillada en un clásico contra Racing Club. Quizás el gol más querido por los seguidores de Club Atlético Independiente que haya hecho Bochini haya sido el del empate definitivo a 2 contra Talleres como visitante, en la final del Nacional 1977. En ese partido, a su club le expulsaron 3 jugadores, pero él consiguió marcar el empate que le dio el título a Independiente esa misma tarde.
A la final del Campeonato Nacional de 1977, accedieron Club Atlético Independiente y Talleres de Córdoba. El partido de ida se jugó el día 21 de enero de 1978 en Avellaneda y terminó 1 a 1. El resultado parecía favorable a los cordobeses, debido a que definían la serie de local y estaba estipulado que el gol de visitante en caso de igualdad en puntos y diferencia de goles valdría doble, por lo que con empatar 0 a 0 en el partido de vuelta, los albiazules se consagrarían campeones. "-Yo supe que el general Luciano Benjamín Menéndez, que entonces era el gobernador de Córdoba, estaba muy interesado en que Talleres saliera campeón. Y ese partido fue muy raro, muy raro…" dijo tiempo después el principal protagonista de aquella noche, el “Bocha” Bochini.
El Rojo empezó ganando uno a cero con gol de Outes; pero a los 15’ del segundo tiempo, el árbitro Barreiro cobró un dudoso penal a favor de Talleres que convirtió en gol Cherini. A los 29’ todos los intereses en juego se hicieron más palpables cuando Bocanelli convierte un gol que de dudoso no tenía nada, impactando la pelota sin la mínima sutileza con su puño, lo que motivó que los jugadores de Independiente protestaran: -Tengo dos hijos y esto me da vergüenza. Écheme-, dijo el capitán del equipo, Rubén Galván. Barreiro le sacó la tarjeta roja. -Esto es una usurpación. ¿Por qué no me echa a mí también?- dijo Omar Larrosa.
El árbitro también lo echó. El defensor Enzo Trossero se encargó de decirle de todo a quien esa noche era el encargado de "administrar justicia". Barreiro también lo expulsó, y los simpatizantes del Rojo gritaban: "Ladrones, ladrones, así salen campeones" Quedaron solamente 8 jugadores de Independiente en cancha contra los 11 de Talleres, contra el árbitro Barreiro, y contra el poder político de turno, que no disimuló en ningún momento su simpatía por Talleres. Que lo relate el "Bocha": -A los 38 minutos, Pagnanini me dejó la pelota en el medio de la cancha. Gambeteé a uno, se la toqué a Bertoni, Bertoni se la dio a Biondi, le salió Guibaudo, el arquero de ellos, y Biondi hizo una gambeta larga para sí mismo, levantó la cabeza, me vio y me la tiró. Yo venía a la carrera y, como había dos jugadores de ellos tapando el arco, le pegué bien arriba. Entró ahí nomás, apenas debajo del travesaño", amargando la premeditada fiesta. Aquel 25 de enero de 1978, Ricardo Enrique Bochini cumplió 24 años. Sus compañeros le dedicaron el campeonato. Al faltar 5 minutos sucedió lo imprevisto, lo inesperado: porque el fútbol es, según el recordado Dante Panzeri, “la dinámica de lo impensado”. Entre Bochini y Bertoni gestaron una memorable jugada: doble pared y el Bocha que festeja su cumpleaños gritando un gol.
Su retiro se produjo el 5 de mayo de 1991, luego de sufrir una seria lesión provocada por una falta de Pablo Erbín en el partido Independiente 1 - Estudiantes de La Plata 1. Antes, en 1990, había obtenido el Diploma al Mérito de los Premios Konex como uno de los 5 mejores jugadores de la década en Argentina.
Conforma con Arsenio Erico y Miguel Ángel "Pepé" Santoro un altar de ídolos del Club Atlético Independiente. Cuando lo veían adentro o afuera de una cancha, siempre estallaban los vítores de "¡Bo-Bo-chini!" alrededor suyo. Ricardo Bochini quedó en la historia por haber desplegado un fútbol muy vistoso que le ha regalado muchos títulos a su club, y que ha llegado a influenciar a muchos otros ídolos, tales como Diego Armando Maradona. Luego de su retiro, Bochini continuó participando activamente en el club como así también en partidos amistosos u homenajes.
El 25 de febrero de 2007, Bochini volvió a participar en un partido oficial. Lo hizo durante 42 minutos para Barracas Bolívar, en un encuentro correspondiente a la sexta fecha de la Zona 57 del Torneo del Interior, quinta división del fútbol argentino.
El partido, en el que estaba en juego la clasificación del equipo a la siguiente ronda, terminó con un resultado de 2 a 1 a favor de la escuadra del Bocha.
Actualmente, Bochini trabaja para la Asociación del Fútbol Argentino en calidad de observador de jugadores jóvenes, que viajan dos veces a la semana para el campo para descubrir jóvenes promesas y ofrecerles pruebas.