Abelardo Castillo nació en Buenos Aires, pero asume como lugar de nacimiento, por decisión, la ciudad costera bonaerense de San Pedro, a donde se traslada con su padre, en 1946, y donde vive hasta los 18 años.
En 1959 gana el Primer Premio de la revista Gaceta Literaria por su obra de teatro El otro Judas. Ese mismo año conoce a Arnoldo Liberman y a Humberto Constantini con quienes funda El grillo de papel, continuada por El Escarabajo de Oro, una de las revistas literarias de más larga vida (1959-1974), caracterizada por su ideología de izquierda, su adhesión al existencialismo y al compromiso sartreano del escritor. Publica sus primeros cuentos y gana con "Volvedor" el premio del concurso de la revista Vea y Lea (jurado: Borges, Bioy Casares y Manuel Peyrou).
En 1977 funda junto con Liliana Heker y Sylvia Iparraguirre El Ornitorrinco, revista de resistencia cultural a la dictadura que salió hasta 1986. Castillo fue incluido3 en 1979 en las «listas negras» de intelectuales prohibidos durante la dictadura. En 1976 se casa con la escritora Sylvia Iparraguirre.
Su primera obra de teatro, El otro Judas, escrita a los 22 años (1957) y estrenada en 1961, reitera el problema de la culpa que asume el traidor del Nazareno, tal vez como un secreto instrumento de Dios e, incluso, desde el acto existencial de la responsabilidad de un hombre por todos los hombres. Culpa y castigo son tema de numerosos cuentos de este narrador; un hilo conductor por los arrabales, las casas, los boliches, los cuarteles, las calles de la ciudad o pequeños pueblos de provincia, donde sus personajes llegan, por lo general, a situaciones límite. No son pocas las veces que parecen concurrir a una cita para dirimir un pleito con su propio destino. La fatalidad de los sucesos hace recordar a Borges, una de sus devociones, de quien toma a veces cierta entonación criolla y distante. En otros cuentos, largos períodos apenas puntuados por la coma, aluden a la violencia, al vértigo de las imágenes, el vivir en tensión de sus criaturas.
Muchos de sus relatos incursionan en el delirio y lo fantástico y, algunos ("La casa de ceniza", "Las panteras y el templo") son explícitos o secretos homenajes a Poe, a quien Abelardo Castillo transformó en personaje teatral en Israfel, obra premiada en París por un jurado internacional y que tuviera un largo éxito en Argentina.
Publicó cuatro novelas: La casa de ceniza (1967), El que tiene sed (1985), Crónica de un iniciado (1991), El evangelio según Van Hutten (1999).
Ha obtenido numerosos premios nacionales e internacionales y algunos de sus cuentos, novelas y obras de teatro, han sido traducidos al inglés, francés, italiano, sueco, alemán, eslovaco, esloveno, ruso, polaco, húngaro, griego y macedonio.
1953: regresa a Buenos Aires.
1959: su cuento Volvedor gana un concurso de la revista Vea y Lea con un jurado formado por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou. Junto con Arnoldo Liberman, Humberto Costantini, Oscar Castello y Víctor García Robles funda la revista de literatura El Grillo de Papel, de la que llegarán a aparecer seis números. Allí aparece su cuento «El marica».
1960: el gobierno de Arturo Frondizi prohíbe la publicación de El Grillo de Papel, por su adscripción al pensamiento de izquierda y, singularmente, a la lectura del marxismo desarrollada por Jean-Paul Sartre. Ya en el editorial del Nº 1 de El Grillo… se declaraba: «Creemos que el arte es uno de los instrumentos que el hombre utiliza para transformar la realidad e integrarse a la lucha revolucionaria».
1961: hacia mayo, dirige y funda conjuntamente con Liliana Heker El Escarabajo de Oro. La revista, que aparecerá hasta 1974, apuntó a una fuerte proyección latinoamericana y es considerada una de las más representativas de la generación del 60. Formaron parte de su consejo de colaboradores Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias, Augusto Roa Bastos, Juan Goytisolo, Félix Grande, Ernesto Sabato, Roberto Fernández Retamar, Beatriz Guido, Dalmiro Sáenz, entre otros. Allí publicaron por primera vez sus textos Liliana Heker, Ricardo Piglia, Sylvia Iparraguirre, Humberto Constantini, Miguel Briante, Jorge Asís, Alejandra Pizarnik, Isidoro Blaisten, Bernardo Jobson y muchos otros. En noviembre, la editorial Goyanarte de Buenos Aires publica el libro de cuentos Las otras puertas. Un jurado integrado por Juan Rulfo, José Bianco, Guillermo Cabrera Infante y José Antonio Portuondo le concede la Mención Única (Premio Publicación) en el Premio Casa de las Américas (Cuba), categoría cuentos por Las otras puertas. La editorial El Grillo de Papel (de Buenos Aires), publica su tragedia El otro Judas. La obra se estrena en el Teatro de Los Independientes, con dirección de Onofre Lovero.
1962: en marzo, Las otras puertas se publica en Cuba en una edición de la Casa de las Américas. Castillo recibe la Faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) por Las otras puertas.
1963: su obra de teatro Israfel, en cuatro actos, basada en la vida del poeta Edgar Allan Poe, recibe el Primer Premio Internacional de Autores Dramáticos Latinoamericanos Contemporáneos del Institute International du Theatre, UNESCO, París. El jurado estaba integrado por Eugène Ionesco, Claude-André Puget (Francia) Christopher Fry (Inglaterra), Diego Fabbri (Italia), Heinrich Schnitzler (Austria), Marc Connellyy Rosamond Gilder (Estados Unidos), Arki Kivinaa y Jack Wtikka (Finlandia), Alfonso Sastre (España) y Bohdan Korseniewski (Polonia).
1964: El otro Judas obtiene el Primer Premio en el Festival de Teatro de Nancy. En El Escarabajo de Oro aparece su ensayo Discusión crítica a «La crisis del marxismo». La editorial Losada, dentro de su colección Teatro en el Teatro, publica la obra Israfel.
Abelardo Castillo falleció en Buenos Aires el 2 de mayo de 2017 debido a complicaciones posteriores a una cirugía intestinal de la que no pudo recuperarse, según informaron allegados al escritor. Tenía 82 años de edad.
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