Adolfo Rodríguez Saá nacio en la ciudad de San Luis el 25 de julio de 1947 es un abogado y político peronista argentino, como dirigente destacado del Partido Justicialista (PJ), ejerció durante cinco períodos consecutivos la gobernación de la provincia de San Luis entre 1983 y 2001, cargo que abandonó al ser elegido por la Asamblea Legislativa como presidente interino de la Nación Argentina el 23 de diciembre de 2001, tras la renuncia de Fernando de la Rúa en el marco de la crisis económica, política y social en curso. Con escaso apoyo político y partidario, Rodríguez Saá presentó su dimisión tan solo una semana después de haber asumido, el 30 de diciembre. Fue sucedido provisoriamente por Eduardo Camaño, presidente de la Cámara de Diputados, hasta la jura de Eduardo Duhalde, en enero de 2002. Fue candidato en las elecciones presidenciales de abril de 2003, ubicándose en el cuarto puesto. Con posterioridad, fue diputado (2003-2005) y senador nacional (desde 2005), en ambos casos en representación del distrito de San Luis.
Adolfo Rodríguez Saá y su hermano, Alberto Rodríguez Saá, quien fue elegido gobernador en 2003, han gobernado San Luis durante la mayor cantidad de tiempo desde la restauración de la democracia, y los otros dos gobernadores intermedios (Alicia Lemme entre 2001 y 2003, y Claudio Poggi entre 2011 y 2015), adhirieron a su línea política durante sus gobernaciones. Su gestión provincial ha sido constantemente destacada y particularmente elogiada. Bajo el gobierno de los Rodríguez Saá, San Luis recibió numerosas condecoraciones, tanto nacionales como internacionales, siendo catalogada como la provincia mejor administrada del país por consultoras privadas en materia de eficiencia fiscal, indicadores sociales, infraestructura, solvencia fiscal, y comercio exterior. Sus detractores han centrado mayormente sus críticas en su prolongada permanencia en el poder, así como han denunciado una reducción de la independencia judicial en la provincia, y han acusado a los hermanos Rodríguez Saá de nepotismo, corrupción, y de sostener durante décadas un «régimen dinástico» y «feudal».
Se ha señalado también que luce un estilo de vida lujoso, lo que ha conducido a acusaciones de enriquecimiento ilícito.Adolfo Rodríguez Saá descartaría esas críticas como falsedades, debidas a la imposibilidad de la oposición para criticar el desempeño de su gestión.
Después de su efímera presidencia, Adolfo Rodríguez Saá y su hermano se manifestaron como opositores al gobierno de Néstor Kirchner dentro del peronismo, identificándose dentro de una línea propia, limitada mayormente al distrito puntano, lo que llevó a que esta fuera denominada usualmente como «Modelo San Luis», cuyos brazos políticos fueron los partidos Unión y Libertad, Es Posible y Compromiso Federal.
Fue nuevamente candidato presidencial en las elecciones de 2015, quedando en último lugar con el 1,64% de los votos e imponiéndose por muy poco en San Luis.
En 2019, ambos hermanos contendieron por la gobernación sanluiseña luego de un controvertido enfrentamiento entre ambos por la candidatura oficialista, ya que su hermano tenía intención de buscar la reelección, mientras que él aspiraba a que se retirara en su favor. Apoyado por la mayor parte del justicialismo, Alberto Rodríguez Saá obtuvo la victoria, mientras que Adolfo Rodríguez Saá se ubicó en el tercer puesto (detrás de Poggi, también distanciado del oficialismo y apoyado por el gobierno de Mauricio Macri) con el 22,03%. Luego de manifestar brevemente un acercamiento con el gobierno de Macri, finalmente adhirió a la candidatura presidencial de Alberto Fernández, del Frente de Todos, poniendo fin a su disputa con el kirchnerismo poco más de una semana antes de la elección presidencial.Tras la victoria electoral de Fernández, Rodríguez Saá pasó a integrar formalmente el bloque legislativo del oficialista Frente de Todos en el Senado