Hijo de Absalón Rojas y de la tucumana Rosario Sosa, pasó su infancia en Antajé, una pequeña localidad de Santiago del Estero. Luego se trasladó a Buenos Aires a proseguir su formación académica. Llegó a ser rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1926 y 1930 es decir, fue el Rector de la Universidad de Buenos Aires durante el segundo mandato de Hipólito Yrigoyen.
Fue también el director del instituto petrolífero, y luego compañía estatal nacional de explotaciones hidrocarburíferasque aún (pese a que desde los 1990 dejó de ser plenamente estatal y nacional) que se denomina Yacimientos Petrolíferos Fiscales o YPF.
Tras el golpe "cívico-militar" del 1930 por su militancia en la Union Cívica Radical fue arrestado y luego enviado a la cárcel de Ushuaia , fue desterrado a la Isla Grande de Tierra del Fuego, donde vivió confinado en una pequeña casa de madera a 80 metros de la Av. Maipú. Debía firmar en la comisaría cotidianamente que se encontraba allí, lo cual era muy fácil de comprobar, dado que la única forma de escapar hubiera sido por barco.
Esa casa décadas después fue el edificio de la biblioteca popular de Ushuaia, donde escribió su obra Archipiélago, sobre la historia de los yaganes y los onas, exponiendo el pensamiento que de ellos tenía Charles Darwin.
Su casa, declarada monumento histórico nacional, de Charcas 2837 en la Ciudad de Buenos Aires, fue donada por su esposa al Estado Argentino para convertirse en Museo tras su muerte, y la de Julieta Quinteros de Rojas, su esposa. El traspaso con todo su patrimonio se dio el 28 de abril de 1958, e incluye una extensa biblioteca, mobiliario, piezas de arte de carácter religioso, documentos y libros antiguos.
Su nombre fue impuesto a calles en Córdoba, Victoria (Buenos Aires), San Fernando y en Resistencia (Chaco).
Su obra El santo de la espada, sobre la vida de José de San Martín, fue llevada al cine en 1970 por Leopoldo Torre Nilsson. Dicha referencia al prócer se ha convertido en lugar común y es una de las mayores marcas de Rojas en la cultura argentina.[cita requerida]
Escribió poesía de corte neo-romántico y tradicional además de obras de teatro basadas en temáticas incas. Su temprana preocupación por la identidad nacional derivó en un interés por rescatar el legado incaico para América, en contraposición a la influencia internacionalista de las vanguardias europeas de la primera posguerra; lo que se ve en su trabajo Eurindia. Destacó, sin embargo, en sus obras eruditas o ensayísticas, la más importante es su monumental Historia de la literatura argentina en ocho volúmenes. Una de sus obras más ambiciosas fue La restauración nacionalista (1909). Se le deben, también, libros de indagación histórica, crónicas de viajes y biografías.
Debido al accionar de Ricardo Rojas por reforzar, más allá de localismos, a la cultura argentina y a la identidad nacional argentina la fecha de su deceso, o sea el 29 de julio, está debidamente declarada como el Día de la Cultura Nacional Argentina.
Sin duda alguna, la obra que mejor define todas las características e intenciones del proyecto cultural de Ricardo Rojas es su monumental Historia de la literatura argentina (Buenos Aires: La Facultad, 1917-1922), publicada en cuatro volúmenes y considerada la primera reconstrucción histórica de las Letras australes propiamente dicha. A pesar de su importancia como instrumento imprescindible para el estudio de la literatura hispanoamericana, este valioso trabajo de Ricardo Rojas anuncia, ya desde su explícito subtítulo (Ensayo filosófico sobre la cultura en el Plata), un ambicioso objetivo que rebasa las meras preocupaciones del crítico literario para adentrarse en profundas reflexiones acerca de la identidad cultural de la nación.