Tres fueron las Campañas de Martín Rodríguez contra los indígenas que efectuó a poco de asumir como gobernador de la Provincia de Buenos Aires y que se prolongaron entre 1820 y 1824.
Rodríguez delegó prácticamente el mando en su ministro Bernardino Rivadavia y se dedicó a hacerles la guerra a los indios del desierto en la frontera sur provincial. El gobernador Martín Rodríguez fue partidario de realizar campañas punitivas para terminar con los malones indígenas que asolaban la frontera sur de la provincia.
ella nos guía al convencimiento de que la guerra se presenta el único remedio bajo el principio de desechar toda la idea de urbanidad y considerarlos como enemigos que es preciso destruir y exterminar.
El coronel Federico Rauch fue asignado a la defensa de la frontera sur de Buenos Aires, secundó a Juan Manuel de Rosas y hasta fue premiado por los pobladores y estancieros de la zona por su extrema dureza y efectividad en la contienda contra los indios. Por su prestigio personal en la lucha contra el indio se lo conocía como el "guardián de las fronteras", así como por sus métodos se hizo merecedor, un siglo después de su muerte, del apodo "el carnicero Rauch".
Durante el transcurso de la Guerra del Brasil, conocedores los indios de debilidad fronteriza a causa del conflicto bélico, en agosto de 1826 lanzaron un malón de 400 lanzas procedentes de Chile y 35 más de Pincheira que asoló Salto, arriando todo el ganado.
Un nuevo malón en el que participaron realistas provenientes de Las Bruscas tuvo lugar durante septiembre arrasando Dolores, Chascomús y Monsalvo. Unos 1.000 hombres atacaron y robaron ganado en la Cerrillada de los Huesos. El 11 de septiembre de 1826 el teniente coronel Morel fue vencido por 700 indios al mando del cacique Mulato y fusileron pincheiros al mando de Godé en la Batalla de los Toldos Viejos lo que causó gran alarma en las autoridades nacionales.
Ante esta situación y a fin de garantizar la precariedad de las fronteras, entre 1826 y 1827 Rauch realizó tres campañas militares durante las cuales la frontera se estableció desde Melincué, pasando por el Fuerte Federación (fundado el 27 de diciembre de 1827, siendo el origen de la ciudad de Junín), 25 de mayo y Tapalqué, hasta el cabo Corrientes. Todas ellas fueron en represalia contra los indígenas que habían realizado malones poco antes de cada una, saqueando animales y masacrando pobladores de las zonas rurales
Primera campaña: partió el 25 de octubre de 1826 con 800 soldados desde Toldos Viejos, unos 50 km al suroeste de Dolores.
Segunda campaña: se inició en noviembre de 1826 con 1.200 soldados de los Regimientos 5º, 6º y 7º de Caballería de Línea.
Tercera campaña: partió a fines de enero de 1827.
En los tres casos, el éxito fue total, causando enormes daños a los tolderíos indígenas, recobrando ganados y liberando cautivas.
Joven terrible, rayo de la guerra
espanto del desierto,
cuando vuelves triunfante a nuestra tierra
del negro polvo de la lid cubierto,
te saluda la Patria agradecida
y la campaña rica
que debe a tu valor su nueva vida
tus claros hechos, y tu honor pública.
El 24 de febrero de 1827, el presidente de las Provincia Unidas del Río de la Plata, Bernardino Rivadavia, emitió un oficio que sirvió como preámbulo a la entrega de un sable en honor del prusiano.
En sus partes militares el coronel Rauch se refería en esta forma a los indígenas derrotados:
“Hoy, 18 de enero de 1828, para ahorrar balas, degollamos a 27 ranqueles”.
Coronel Friederich Rauch
En marzo de 1828, Rauch asumió la comandancia del Fuerte Federación, debido a que el comandante Bernardino Escribano había pedido licencia por enfermedad. En una carta que envió al gobierno, Rauch describió la situación angustiosa
las familias están a la intemperie; por la carestía de géneros y el escaso sueldo de los maridos se hallan medio desnudas.
Tal era la difícil situación de la población blanca en los pagos aledaños a la frontera con el indio.
Tras la revolución producida en Buenos Aires, en diciembre de 1828, en que el general unitario Juan Lavalle depuso al gobernador federal Manuel Dorrego, Federico Rauch tomó partido por el jefe revolucionario. Solicitó permiso al nuevo gobernador de la provincia para retirarse a Buenos Aires, por lo que el mando de Fuerte Federación pasó nuevamente al coronel Escribano, partidario también de Lavalle.
A principios del año siguiente volvió a salir en campaña con el apoyo de gauchos e indios, para enfrentar a los federales, que estaban conducidos por Juan Manuel de Rosas, que también tenían en sus fuerzas a los gauchos y a los indígenas.
Rauch fue derrotado en el combate de las Vizcacheras, ocurrido el 28 de marzo de 1829, durante el cual fue lanceado por el jefe ranquel Nicasio Maciel, apodado Arbolito, junto al coronel Nicolás Medina. Rauch fue decapitado, su cabeza fue primeramente arrojada en la puerta de la madre del después coronel federal Prudencio Arnold, a quien Rauch supuestamente había jurado matar, y luego llevada en triunfo a la ciudad de Buenos Aires y arrojada en una calle céntrica como un desafío.