El 26 de mayo de 1812, este ingeniero militar británico, con el rango de teniente coronel, pero actuando con credenciales diplomáticas del gobierno de Portugal en Río de Janeiro, firmó una tregua entre el gobierno portugués y el gobierno patrio del Primer Triunvirato en Buenos Aires. Este armisticio, generalmente conocido como la convención Rademaker, dispuso que tanto las tropas portuguesas como las de Buenos Aires debían replegarse a sus fronteras y que no habría nuevas hostilidades si no se las anunciaba con tres meses de anticipación. Esto significó una victoria para la diplomacia británica, que aspiraba a equilibrar las fuerzas en el Río de la Plata dado que los portugueses pretendían mandar más ayuda al gobernador Elio en Montevideo y posiblemente invadir Buenos Aires.
Prenunció la posible formación de un Estado independiente (Uruguay) entre Brasil y la Argentina. Esta convención es de singular importancia en la historia argentina porque fue el primer tratado internacional con potencias extranjeras firmado por las Provincias Unidas del Río de la Plata.