Miguel Ángel Roig fue un ingeniero civil, que recibió un Premio Konex en 1988 por su extensa trayectoria como empresario ejecutivo durante los años 1970 y 1980, siendo Presidente de Compañía Química S.A., de Grafa S.A. y de IDEA (Instituto para el Desarrollo de Empresarios en la Argentina), fue además director ejecutivo de SANBRA, en San Pablo (Brasil). Se desempeñaba como vicepresidente ejecutivo general de Bunge & Born cuando Carlos Menem lo llamó, por sugerencia del grupo Bunge & Born, para que diseñe e implemente lo que se conoció como Plan BB.
En el marco de la fuerte espiral hiperinflacionaria que azotaba a la Argentina, Menem se reunió el 23 de mayo de 1989 con el directorio del grupo económico, a pocos días de haber ganado las elecciones. Propusieron un modelo económico basado en los postulados del economista estadounidense Lawrence Klein, y la inversión de US$ 3.500.000.000 por parte de los conglomerados empresariales. Para B&B, propietaria de 89 compañías en ese momento, significó la posibilidad de alcanzar el liderazgo en el país frente a Pérez Companc. La designación de Roig a cargo de la cartera de economía fue anunciada por Menem el 30 de mayo, finalizando la disputa interna que existía con el economista Domingo Cavallo, quien sería designado entonces Canciller.
El 19 de junio, Roig anunció su plan económico, con medidas tales como elevar el valor del dólar y fijarlo en un determinado precio, crear una nueva moneda, hacer autónomo al Banco Central, refinanciar la deuda interna en títulos y bonos de manera compulsiva, emitir líneas de crédito blandas y dar un shock productivo, favoreciendo las exportaciones, flexibilizando el trato a la inversión extranjera y privatizando servicios a cargo del Estado. En cuanto a la creciente deuda externa, se negociaría la postergación del pago de intereses a cambio de facilidades a bancos privados para capitalizar la deuda externa. El 24 de ese mes, el economista designó a Javier González Fraga como futuro presidente del Banco Central.
En los siguientes días, Roig anunció la suba de salarios (una promesa electoral de Menem, divulgada como Salariazo), así como del precio de la nafta, al tiempo que presentó al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Emergencia Económica y se reunió con los grupos empresarios para intentar poner un freno a la inflación, negociando la firma de una tregua de precios. Juró como Ministro de Hacienda el 9 de julio de 1989, y murió el 14 del mismo mes en su automóvil, como consecuencia de un infarto, el día en que se proponía concretar el acuerdo de precios con los grupos empresariales, que sería firmado dos días después. Lo sucedió en el cargo el vicepresidente de Bunge & Born: Néstor Rapanelli.