Manuel García Solá nació en Santa Fe el 14 de noviembre de 1953 se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires pero se dedicó a la ganadería, ya que es propietario de una importante superficie de campos en las provincias del Chaco y Formosa, superando las 10000 hectáreas. Es sobrino de un dirigente del Movimiento de Integración y Desarrollo, se afilió a ese partido en su juventud.
Radicado desde su juventud en el Chaco, en 1993 fue nombrado vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas. Ese mismo año, el gobernador Rolando Tauguinas lo nombró Ministro de Gobierno, Justicia y Educación de la provincia, durante su mandato se concentró en evitar el ausentismo docente endureciendo el sistema de licencias de los maestros, al año siguiente fue también miembro del Jury de Enjuiciamiento de la provincia del Chaco.
En 1995 fue nombrado miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación, y poco después también miembro del Consejo Nacional de Seguridad, en abril de 1996, la ministra Susana Decibe lo nombró Secretario de Programación y Evaluación Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, que es generalmente considerado el equivalente a un viceministro de esa área.
Acompañó la gestión de Decibe, sustentando la Ley Federal de Educación, y respaldó los reclamos de la ministra en defensa de los recursos para el ministerio. En diciembre de 1998 estuvo a punto de perder su cargo para ser reemplazado por la tucumana Olijela del Valle Rivas, pero se negó a renunciar y fue sostenido por Decibe. Cuando en mayo de 1999 Decibe se enfrentó al Jefe de Gabinete Rodríguez por el retiro de una partida de unos 200 millones de dólares que se le habían asignado a su ministerio, García Solá la respaldó. Pero cuando, el día 7, la ministra presentó su renuncia, su segundo aceptó el cargo de Ministro.
Al asumir su cargo debió enfrentar un paro general de los sindicatos educativos, especialmente de Ctera y la oposición de las universidades, guiadas por el rector de la Universidad de Buenos Aires, Oscar Shuberoff. Pidió tranquilidad a los estudiantes y aseguró que las universidades no cerrarían, pese a los pronósticos que circulaban en ese sentido; afirmó también que durante el gobierno del presidente Carlos Menem se llevaban construidas unas 6700 escuelas, englobando en el número las refacciones.