Pertenecía a la llamada oligarquía azucarera tucumana, la familia Gallo, que explotaba el ingenio Lujan, Contreras, El Colmenar y el Buenos Aires.
El manejo de los ingenios se llevaba paralelamente al negocio de empréstitos a productores tucumanos a tasas que triplicaban a las de otros bancos, que llevó a la quiebra a los ingenios menos abastecidos de tecnología y capital.
Para 1890 Gallo tomaba posesión de vastos latifundios del ingenio Los talos, y una década más tarde poseía 186.010 ha.
La cuestión agraria derivó en una aguda lucha intersectorial, a finales de la década de 1920: en su Laudo Arbitral de 1928 el presidente Alvear sostuvo la tesis de que la política de comprar a bajo precio la producción de pequeños productores por parte de los ingenios traía como consecuencia la formación de verdaderos latifundios y la desaparición consiguiente de un gran número de productores. Gallo poseedor de 17 ingenios rechazó el laudo, alejándose aún más del alvearismo.
Tuvo altos cargos en el directorio de bancos, de empresas ferroviarias británicas y azucareras y, como abogado de la CHADE. estuvo vinculado al Centro Azucarero Argentino que presidió. Estaba casado con Celia Gallo, hija de su tío carnal, el político Delfín Gallo.
Integró la Unión Cívica Radical desde su inicio, formando parte del grupo de jóvenes que se relacionó con Hipólito Yrigoyen a mediados de la década de 1890.
Fue elegido diputado nacional en 1912 y senador nacional en 1919, por la Ciudad de Buenos Aires. Financió la campaña política de Octaviano Vera, que fue costeada, por industriales y terratenientes azucareros, entre ellos, Ramón Paz-Posse, Pedro G. Sal y Vicente C. Gallo.
Entre las primeras medidas de Vera, al asumir como gobernador en 1922, fue el nombramiento como abogado de la provincia, en Buenos Aires de Gallo.
El 19 de mayo, comenzó el movimiento de huelgas en el ingenio Santa Ana de la Cía Hileret, en donde los obreros solicitaron mejoras salariales .En consecuencia, fue intervenido el gobierno tucumano, en noviembre de 1923, además hubo un conflicto entre el ministro Matienzo y el interventor federal Gondra, renunciando el primero. Entonces Alvear, designó como ministro del Interior a Vicente C. Gallo.
Ya como Ministro de interior y presidente del Centro Azucarero Argentino, se dedico a coordinar medidas con la finalidad de bloquear la legislación obrera de Tucumán que establecía entre otras medidas una jornada de trabajo diaria máxima de once horas y el descanso dominical y la prohibición del trabajo en los ingenios y las cosechas de menores de 14 años.
En 1920 fue uno de los miembros fundadores de la organización parapolicial Liga Patriótica Argentina.
En 1923 fue designado Ministro del Interior por el presidente Marcelo T. de Alvear, renunciando en 1926 cuando el presidente Alvear se negó a apoyar su propuesta de intervención de la Provincia de Buenos Aires para combatir el yrigoyenismo.
En 1924 formó parte del grupo de dirigentes radicales que formaron la Unión Cívica Radical Antipersonalista y por este partido fue candidato a vicepresidente, acompañando a Leopoldo Melo en 1928, siendo derrotados ampliamente por Hipólito Yrigoyen.
Años más tarde integró la Concordancia que llevó a la presidencia de la Nación a Agustín P. Justo.
Entre 1934 y 1941 fue rector de la Universidad de Buenos Aires.