El apellido original de la familia es Azzopardi, y varios miembros de
su familia son actualmente prósperos comerciantes y empresarios de la Isla de
Malta.
Estudió de muy joven construcciones navales en el arsenal francés de
Tolón. Se desempeñó como corsario con patente de Holanda contra Inglaterra y
con patente de España contra la misma nación.
Durante la guerra entre Holanda e Inglaterra sirvió en la goleta
"The Hoop" y participó en la captura de la fragata inglesa Neptuno
que arribó al puerto de Montevideo como presa el 21 de enero de 1804. La misma
tenía 256 esclavos a bordo y el Capitán de Presa era el francés Hipólito
Mordeille.
Su arribo al Río de La Plata se produjo durante los primeros años del
siglo XIX.
Al poco tiempo de llegar a America se encontró con las invasiones inglesas en donde sirvió como Segundo Comandante de la Fragata Corsaria "Dromedario" de patente de Montevideo, cuyo capitán era el francés Hipólito Mordeille.
En dicha nave se transportaron a Buenos Aires parte de las fuerzas de reconquista durante la primera de las Invasiones Inglesas, en 1806. Junto con su capitán y el resto de la tripulación del Dromedario realizaron con otras fuerzas el asalto final a la fortaleza de Buenos Aires, donde estaba el último bastión del general invasor William Carr Beresford.
Durante la Segunda Invasión Inglesa, en 1807, transportó la artillería por el río Paraná desde Olivos a Buenos Aires, para su defensa. Por su valor y arrojo, el gobierno español lo premió con el grado de teniente coronel de las Milicias Urbanas.
El 17 de noviembre de 1807, Santiago de Liniers le firmó en Buenos Aires la patente de corso para la goleta La Mosca. El armador fue Anselmo Sáenz Valiente. La patente venció en 1808, retirándose entonces Azopardo definitivamente de la actividad corsaria; el virrey Cisneros le retiró su cargo militar.
Se unió a las fuerzas criollas en la Revolución de mayo de 1810, y se
le repuso el grado militar.
Tras los resultados negativos en la campaña del Paraguay, Manuel
Belgrano debió solicitar refuerzos a Buenos Aires para poder mantener la
posición en dicha región. La Junta no podía franquearlos a través de Entre
Ríos, por estar controlados los ríos por Gaspar de Vigodet y sus naves
realistas.
A fines de 1810 la Junta de Gobierno entregó al teniente coronel
Azopardo el mando de la primera Armada Nacional, compuesta por tres naves, cuya
misión sería proteger el avance de la expedición de refuerzos para Belgrano en
sus operaciones en el Paraguay. Las naves de la pequeña escuadra eran la goleta
Invencible, el bergantín 25 de Mayo y la balandra Americana, y su segundo
comandante fue el capitán Hipólito Bouchard.
En el Combate de San Nicolás, el 2 de marzo de 1811, se vio obligado a
enfrentar a una escuadra realista superior en naves y capacidad de fuego, y fue
herido seriamente y hecho prisionero. En consecuencia, Belgrano debió firmar un
acuerdo para abandonar el Paraguay.
Preso de los españoles, Azopardo fue trasladado primero a Montevideo y
desde allí en la Fragata "Efigenia" a Cádiz, en cuya Cárcel Real
permaneció casi 5 años, en medio de grandes penurias.
Conoció a una asidua visitante al penal, María Sandalia Pérez Rico, con
quien se casó y tuvo su único hijo en 1814. Por orden del Secretario de
Gobierno del Triunvirato porteño, el agente Andrés Arguibel intentó, con un
subsidio mensual, aliviar o morigerar la pena. Sin embargo, las autoridades españolas,
recelosas por una posible fuga, decidieron enviarlo a un régimen más riguroso
en Ceuta. Allí compartió prisión con Juan Bautista Túpac Amaru, hermano del
inca Túpac Amaru. Fue, según relata en sus Apuntes, condenado tres veces a
muerte y no se cumplieron esas sentencias. Casi cinco años más de prisión purgó
en esa localidad del norte de África.
Tras la revolución de 1820, que culminó con el inicio del Trienio
Liberal en España, se decidió la liberación de los independentistas americanos
presos, con lo que Azopardo fue excarcelado.Debido a la inestable situación
política, y tras despedirse de su esposa e hijo, embarcó hacia Buenos Aires. Su
familia lo acompañaría casi dos años después.
Guerra del Brasil y últimos años de servicio
Reconocido con el grado de coronel, entre 1821 y 1826
dirigió la capitanía del puerto de Buenos Aires. Compró una modesta vivienda en
los fondos de la Iglesia de San Nicolás de Bari, en las actuales Corrientes y
Libertad, la que sería, a la postre, su última morada.
El 3 de febrero de 1827 solicitó y obtuvo su retiro. No
obstante, poco después se unió a la Guerra del Brasil, como comandante del
bergantín General Belgrano y segundo del almirante Guillermo Brown. La escuadra
argentina debió enfrentar a una armada brasileña cuantitativa y
cualitativamente muy superior. Tras el primer combate, en Punta Colares, Brown
exigió al gobierno la separación de varios jefes militares, entre ellos
Azopardo, que fueron sometidos a un consejo de guerra el 16 de agosto de 1826.
En diciembre, el tribunal libró a los cuatro capitanes de
culpa, considerando que habían actuado apropiadamente, y que una vez empeñado
el combate lo habían sostenido, como demostraban sus bajas y los daños
sufridos. No obstante, Azopardo no se reincorporó a la escuadra y permaneció
alejado de las luchas políticas.
Falleció el 23 de octubre de 1848 en Buenos Aires.